Se acerca San Valentín... En esta
entrada voy a intentar aconsejaros si decidís regalarle un libro a vuestra
novia. Para eso, debemos distinguir entre los distintos tipos de chicas que
hay. Evidentemente, luego cada una tendrá sus gustos, pero podemos generalizar
ciertos modelos tipo.
Antes de
nada, dejar claro que esto va con el mayor respeto hacia las chicas. No es mi
intención ofender a ninguna. De hecho, si no hago una entrada para regalar un
libro a los novios es porque el porcentaje de chicos lo bastante inteligentes
como para apreciar tal regalo es tan ínfimo que no me merece la pena currarme
la entrada. Para ellos lo mejor es que les regales un videojuego o te compres
algo sexy. Cerca de mi casa hay una tienda de artículos eróticos, y en el
escaparate hay un maniquí con un traje de enfermera, con su minifalda, su
cofia, sus medias blancas, su liguero y su estetoscopio. Con un regalo así, a
él le haces la mar de feliz y encima a ti te sirve para los carnavales.
Bueno,
empecemos.
El primer
tipo de novia es la inteligente a la que le encanta leer. No caigas en la
trampa, es el peor tipo. Nunca, nunca le regales un libro a una chica a la que
le guste leer. Es algo que ya se compra ella cotidianamente. Es como si le
regalas condones a una prostituta, va a pensar que vaya mierda de regalo aunque
te sonría aparentemente encantada. Aunque te hayas devanado los esos pensando
qué regalarla, ella dará por sentado que has ido a lo fácil, y no te lo
perdonará nunca. Nunca.
Si a pesar de
mis advertencias decides regalarle el libro igual, entonces tienes que
currártelo. No puede ser un libro cualquiera. No le regales Un burka por amor, que pensará que es de
marujas; tampoco El código Da Vinci,
que como es inteligente verá las trampas y como el autor obliga a las piezas a
encajar en su argumento; no le regales un best-seller ni una novedad, porque no
es lo bastante original. Tienes que ir a una librería y rebuscar en los
anaqueles, hasta encontrar algún libro no tan conocido pero que esté bien, algo
que pueda sorprenderle y que no haya leído ya. No se me ocurre ninguno…
De todos
modos, lo más importante, el último cartucho a quemar, es la dedicatoria. Da
igual si le regalas un libro que jamás leerá, pasará la vida releyendo la
dedicatoria y atesorando esas palabras, así que no la cagues. Aquí es donde sí
que tienes que dar la talla. No vale una rima fácil ni un vulgar “espero que te
guste, morena”. No sirve un “Tus labios son de rubí, tus ojos son de esmeralda,
pero lo mejor de todo lo tienes donde termina la espalda”. No, tienes que
rebuscar en tu mente, algún momento, una primera cita, una primera mirada… un
instante en que la vieras especialmente feliz. No, no sirve durante un orgasmo.
Tiene que ser una situación especial, algo romántico, un lugar… Lo que sea que
puedas reflejar en la dedicatoria, para que parezca que para ti también fue un
momento especialísimo, aunque en realidad estuvieras rememorando los cuatro
goles de la roja. Si consigues que crea que un momento especial para ella lo
fue también para ti, lograrás la conexión que hará que sea el mejor regalo de
su vida, tan solo por esas palabras en esa primera página.
Otro tipo de
chica es el de la buenorra no muy inteligente. Jamás se leerá el libro que le
regales. Es más, no se te ocurra regalarle solo un libro, porque estando tan
buena puede elegir, y ya has tenido mucha coña con que te eligiera a ti, no lo
eches a perder. En cambio, si le regalas cualquier chuchería, una joya, un
bolso, ropa… y lo complementas con un libro, ¡eureka! Con esta combinación le
regalas lo que a ella realmente va a interesarle y además, con el libro, le das
a entender que también te fascina su intelecto, no solo sus tetas. No se leerá
el libro, lo dejará de adorno, para que haga bonito en la estantería, como los
atlas que siempre aparecen abiertos en la mesa de la casa de la Preisler en los
reportajes de las revistas. ¿Tú crees que la Preisler se pasa los ratos muertos
consultando atlas? Pero en cambio quedan tan fardones ahí, en la foto. Por eso
lo más importante a la hora de escoger un libro para esta clase de chica no es
el argumento, sino la portada y el título. Debes escoger uno que no sea
pasteloso, no vayas a pasarte de cursi, pero sí uno con el que vaya a decir
¡oooooh, qué mono! Y tengas esa noche polvo asegurado.