sábado, 29 de marzo de 2014

El lector de cadáveres

 

No hay muchas novelas que se desarrollen en Oriente. En especial dentro de la novela histórica. Así que si os atrae el tema, El lector de cadáveres es una opción.

Se trata de una novela de Antonio Garrido, que narra las peripecias de Cí, un muchacho chino que estudiaba para magistrado y deseaba convertirse en juez, una profesión muy respetable en su país en esa época (s. XII). El caso es que todo se estropea cuando fallece su abuelo, pues la tradición obliga a que vuelva al pueblo con su familia, abandonando los estudios. Allí vive con su hermano Lu, que no es muy simpático, sus padres y su hermana enferma, y espera ansioso que se cumpla el plazo de luto y regresar a la ciudad. Pero todo se va al traste por una serie de circunstancias terribles: aparece muerto un habitante del pueblo, el padre de su prometida, y según parece demostrarse el culpable es su hermano. Inmediatamente después un rayo provoca un derrumbe que destruye su casa, y solo sobrevive su hermana. Para colmo, Cí es engañado y se ve obligado a huir con su hermana, perseguidos por la justicia.

La novela desgrana la historia del joven, que se basa en un personaje real: Song Cí (1186-1249), autor del más importante tratado científico sobre la clínica forense de la historia: el Hsi Yuan Hsiang i. Eso es lo que explica el autor, cuando nos cuenta que un personaje tan especial fue el que le inspiró. Los acontecimientos de la novela son irreales, pero el personaje, la cultura china de la época, etc. son verdaderos.

El joven Cí deberá a lo largo de las páginas de la novela limpiar su honor y el de su familia, cuidar de su hermana y formarse como lector de cadáveres: como juez experto en resolver crímenes, descubriendo con el examen del cuerpo un sin fin de pistas.